Lo de ayer en la tarde-noche en el barrio Las Flores, fue una situación tensa.

Gases lacrimógenos y bombas aturdidoras enrarecieron el ambiente en la zona cuando al final del día el desalojo que estaba programado para iniciar en horas de la mañana, fracasó.

Solo fueron derribadas dos humildes casas de madera a la orilla de la Ciénaga de Mallorquín. 

Dicen que el lugar realmente son alrededor de 400 las familias que están asentadas, la mayoría en casas palafíticas.

Sin embargo las autoridades levantaron un censo y realemente encontraron 35 familias las que invadieron estos terrenos, a las cuales se les ofreció reubicar. 

Misael Martínez, habitante del barrio Las Flores y quién vivía en una de las dos casas desalojadas, denunció que fueron engañados por la Secretaría de Gobierno.

Allí los funcionarios de esa oficina "nos dijeron que pusiéramos a los niños adelante, después a las mujeres, y después a nosotros".

Acto seguido comenzó la actuación del Esmad. "Ellos comienzan a tirar bombas, granadas y nos aturdieron. Esta es la casa mía. Cuando ellos proceden, la multitud obvio que iba a proceder porque yo no me iba a dejar tumbar mi casa. Ellos nos correteaban porque nos tiran bombas".

Dos niños y una adulta mayor sufrieron los efectos de los gases lacrimógenos y fueron llevados al Paso Las Flores.

"Nosotros nos encerramos en la casa y habían niños y aún así ellos dentro de la casa nos tiraban granadas. Nos bombearon aquí están las pruebas. A una muchacha le dieron en la nalga con esto y mucha gente corría de aquí para allá y ellos nos seguían disparando".

En las escenas que las mismas familias objeto de desalojo se mostraron a mujeres con niños en brazos, "atravesando la Ciénaga llenos de barro y nos seguían disparando. Hubo un atropello".

Martínez dijo que en el barrio los vecinos no se oponen al proyecto del Ecoparque que se planea construir, pero piden una solución digna.

"Me dicen tu casa te la vamos a tumbar si o sí y tienes 1.000.000 de pesos y te doy el camión para que hagas el trasteo. Qué hago yo con un millón de pesos. Entonces me dicen, yo llego con mi celular a grabar el proceso y me dicen si tú grabas no te vamos a ayudar", indicó.

Incluso el afectado indicó que mientras unos funcionarios los engañaron, otro le dijo: "Yo sé que a ustedes los están atropellando y a mí me duele. Pero decían este es nuestro trabajo y tenemos que cumplir".

Rogelio Torrres, pastor de una iglesia cristiana y director de la fundación Casa Firme, en el barrio Las Flores, expresó a Zona Cero que "hay un desconocimiento por parte de las autoridades". 

Indicó que el litigio está por 44 viviendas, en las cuales viven varias familias. 

"La comunidad es consciente que está en un lugar de alto riesgo", aseveró. 

La fundación atiende a 150 niños y adolescentes, a los cuales le brindan apoyo con alimentos y formación básica educativa. 

El pastor aseguró que la comunidad pide una mesa de diálogo y una reubicación digna para todas esas familias.